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El primer premio de ConcurSOL 2018 fue para estudiantes de la EIS

Resultó ganador “Iluminación sustentable”, un proyecto presentado por un grupo de quinto año. El certamen estuvo dirigido a estudiantes de escuelas de nivel medio y técnico.

El pasado jueves 8 de noviembre se conocieron los resultados de “ConcurSOL”, que se realiza en nuestra ciudad desde hace 10 años, del cual estudiantes de la Escuela Industrial Superior participaron con un proyecto que resultó ganador. El equipo integrado por Francisco Agretti, Gastón Francois y Victoria Pozzo, de quinto año, trabajaron junto a su tutor, Mauricio Tourn, y propusieron iluminar interiores por medio de fibra óptica mediante el aprovechamiento de luz solar.

“La experiencia estuvo buena más allá de la competencia y el premio. En el proceso aprendimos un montón”, aseguró Francisco. “Tuvieron varios desafíos que resolver y ahí es donde hay que sacarse el sombrero”, señaló el tutor del equipo.

Desde la aceptación del proyecto por parte de la organización, el 90% del tiempo lo dedicaron a investigar. “Vimos cómo se trabaja en investigación. Recorrimos varios a laboratorios y centros para conseguir información”, detalló Victoria.

De esta manera, en el CONICET fueron recibidos por Raúl Urteaga, investigador y egresado de la EIS, quien les facilitó distintos artículos científicos (papers), explicó a los alumnos los posibles problemas con las fibras ópticas y les propuso que intenten armar una propia, utilizando tubos de pvc.

De esta manera, el grupo realizó el experimento y solo obtuvo luz roja, además de una gran pérdida de luz en el recorrido de la fibra armada. A raíz de ello, se volcaron a utilizar fibras ópticas convencionales. El inconveniente de las fibras ópticas que se consiguen con mayor facilidad, que se utilizan en comunicaciones, es su escaso diámetro (del orden de 130 a 150 µm), es decir el espesor de dos cabellos. La incidencia a través de la lente con la que colectaban el sol les daba una superficie de 4 a 5 mm, por lo que no podían aprovecharlas. Tampoco se pueden agrupar en grandes cantidades porque se produce pérdida de luz.

A través de gestiones realizadas por el docente de la EIS Rubén Cañellas, los estudiantes lograron conseguir una fibra óptica de 2 milímetros de diámetro. Allí se encontraron con otro desafío: evitar que la fibra óptica se queme al exponerla al rayo de sol concentrado, conocido como “efecto lupa”.  Finalmente recurrieron a la utilización de un filtro IR para la onda infrarroja, que produce el aumento de temperatura.

El siguiente desafío era seguir el sol, por lo que utilizaron como base una central electrónica para armar un dispositivo de seguimiento y concentrarlo en la fibra óptica. Seguidamente prepararon una maqueta simulando un aula de la escuela, pusieron las fibras ópticas con dos lentes convergentes que a su vez se dividían en dos. Así lograron cuatro focos dentro de la maqueta.

Con la ayuda de un luxómetro prestado por Alejandro Rodriguez (docente EIS-FADU), quien también los asesoró, los alumnos aprendieron “cómo podíamos hacer más eficiente la luz solar que captamos y transportamos por la fibra óptica. Los resultados que obtuvimos fueron interesantes. Llegamos a una lectura de 580 lux en el recinto que simula la maqueta, totalmente aislado del exterior y solo iluminado a través de la fibra óptica. Cualquier mesa de trabajo necesita alrededor de 500 lux”, explicaron. Además, programaron uno sensores para que evalúe la iluminación a través de la fibra óptica. Si ésta resulta deficiente, por ejemplo durante un día nublado, automáticamente se enciende la iluminación artificial.

Un pedacito de sol entre cuatro paredes

El dispositivo capta un pedacito de sol que viaja a través de la fibra óptica a un espacio interior. Puede ser para una cochera subterránea, un aula, cualquier espacio oscuro o en el que la iluminación natural no es suficiente. “Se trata de una idea innovadora. Existen algunos intentos y estudios a nivel mundial. De la recolección de antecedentes no encontraron algo en concreto construido, solo investigación”, agregó Tourn.

“No tuvimos la oportunidad de probar antes el dispositivo. Probamos cada parte por separado y lo pudimos recién armar la noche anterior al cierre de la convocatoria del concurso”, comentó entre risas Gastón, conforme porque todo funcionó tal como habían previsto.

“Planteamos un proyecto, nos lo aprobaron y ahí nos dimos cuenta que había un montón de cosas que no habíamos pensado. Nos pareció imposible de armar lo que habíamos pensado. Investigamos un montón y hasta probamos armar nuestra propia fibra óptica”, resumió Victoria.

Victoria, Francisco y Gastón coinciden en el buen clima durante la exposición y la “buena onda” con los otros participantes. Los grupos interactuaron entre sí, explicándose unos a otros sus distintos proyectos e intercambiando sus experiencias. “El desafío es muy lindo, y más cuando tenés estudiantes que se involucran y que son los motores” finalizó Tourn.

Acerca de ConcurSOL

Es organizado por el CONICET Rosario y Santa Fe, junto con la Universidad Nacional del Litoral, Universidad Tecnológica Nacional (FRSF), Universidad Católica de Santa Fe, y el Gobierno provincial a través de los Ministerios de Educación, de Ciencia, Tecnología e Innovación productiva, y la Secretaría de Estado de la Energía. Cuenta con el apoyo de ASADES (Asoc. Argentina de Energías Renovables), PTLC (Parque Tecnológico del Litoral Centro SAPEM), Mutual Jerárquicos Salud, ONG Trama Tierra, Fundación Hábitat y Desarrollo, San Cristóbal (SMSG), Banco de Santa Fe, Banco de la Nación Argentina. Ha sido declarado de interés por el Ministerio de Educación de Santa Fe y por la Municipalidad de Santa Fe.

Última actualización: 16/11/2018 a las 14:34 hs.